Una pareja gay de Florida, primera en recibir permiso residencia permanente
Un matrimonio gay de Florida se ha convertido en el primero del país en recibir un permiso de residencia permanente, días después de que el Supremo de EE.UU. otorgara reconocimiento a las parejas del mismo sexo ya casadas.
La pareja, residente en la ciudad de Fort Lauderdale, al norte de Miami, recibió el pasado viernes una notificación de las autoridades en la que le comunicaba a uno de ellos, un inmigrante de nacionalidad búlgara, la concesión de este tipo de visado, informaron hoy medios locales.
El permiso de residencia permanente le fue aprobado a Traian Popov, quien reside en el condado de Broward con su marido estadounidense, Julian Marsh, productor musical y Dj, después de que el segundo solicitara para su pareja este visado y aportara la documentación requerida como patrocinador.
“Estamos en los libros de historia. Esto es totalmente increíble”, según un comentario de Marsh, de 55 años, que recogió hoy el diario The Miami Herald.
Dos días antes de que la pareja recibiera la feliz noticia, el Supremo había dictaminado sobre el matrimonio homosexual con dos fallos históricos en los que otorgaba reconocimiento a las parejas del mismo sexo que ya había contraído matrimonio.
De esta manera, el Supremo invalidó la ley DOMA, de 1996, que definía el matrimonio como “la unión entre un hombre y una mujer”, y abría, además, una vía para que las bodas de gais y lesbianas vuelvan a ser legales en el estado de California.
“Estamos eufóricos por el hecho de que nuestro país reconozca nuestro matrimonio”, agregó Marsh, quien conoció a Popov, de 41 años, en una fiesta en 2011. Un año después, comentó el estadounidense, decidieron casarse, pero tuvieron que hacerlo en Nueva York, ya que una enmienda prohíbe las uniones civiles homosexuales en el estado de Florida.
En este sentido, Marsh se quejó de que, pese a ser “ciudadanos de primera clase en Nueva York y a los ojos del Gobierno federal”, sigan siendo “ciudadanos de segunda en Florida” él y su pareja, quien ha estado viviendo legalmente en EE.UU. desde hace quince años gracias a visados de estudiante con los que ha completado varios máster universitarios.
A los gais floridanos todavía no se les permite casarse, ya que Florida tiene una enmienda constitucional que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En Florida, sólo existen registros civiles para las uniones no maritales, que permite que cualquier pareja, homosexual o no, registre su unión sin importar su lugar de residencia.
La decisión del Supremo tendrá, sin duda, un gran impacto en aquellos casos en que un estadounidense gay solicita la concesión del permiso de residencia permanente para su pareja extranjera, algo que invalidaba hasta ahora la tumbada ley Doma.
Además, las peticiones denegadas de este tipo de visados de matrimonios gais serán revisadas por la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, en inglés), sin necesidad de que los interesados tengan que volver a cumplimentar los formularios de solicitud.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en Florida celebró la semana pasada las decisiones del Supremo de EE.UU. sobre el matrimonio homosexual, pero criticó el hecho de que muchos beneficios federales que favorecen al matrimonio se establecen en función de la legislación de cada estado.
En Florida, subrayó la ACLU, la “prohibición discriminatoria está presente en su constitución”, por lo que “algunas protecciones sobre igualdad permanecen inaccesibles”.
El pasado 19 de junio, el grupo Equality Florida, que defiende los derechos de los homosexuales, anunció el lanzamiento a nivel estatal de la campaña “Get Engaged” (Comprométete) con el objetivo de derogar la prohibición del matrimonio homosexual en este estado.